Es un tratamiento térmico en el que se aplica directamente llama sobre la piedra. La diferencia de temperatura hace que la piedra se escame en su capa superficial y, como resultado, se obtenga una textura rugosa muy fina, de aspecto gris oscuro vitrificado y un tanto rústico.
PROCESADO DE LA PIEDRA
RUGOSIDAD SUPERFICIAL
Resistencia al deslizamiento en húmedo
Resistencia al deslizamiento en seco
Estético
Piezas especiales
Acabado versátil
Fácil mantenimiento y limpieza
Usos recomendados: Es un acabado muy versátil que se puede utilizar tanto en interior como en exterior, en aplacados y solados. Aunque su uso más común, y recomendado, es en pavimentos exteriores por ser un tratamiento muy adherente.
